Los habitantes de aquel poblado, poseían una naturaleza tranquila, cultivaban sus campos solo para conseguir los alimentos que necesitaban, vestían de forma cómoda y sencilla, se sentía unidos unos a otros y se manifestaban tal como eran, caminaban pero sin saber muy bien a donde iban, se alimentaban y se sentían felices dándose palmaditas en su vientre para demostrar su satisfacción.
No tenían sendas, ni puentes, ni embarcaciones.
No se enjaulaba a los animales, ni se perseguía a las bestias, pues convivían con ellos en perfecta armonía.
No conocían la diferencia entre un rey y un mendigo.
Una vida en completa sencillez,no había sabiduría sino virtud y no se conocían los deseos.
Pues ocurrió que llego a este poblado un sabio, preocupado por la bondad y esforzándose por ser recto, y estableció normas y rituales, de este modo todo quedó alterado y de este modo contaminó todo cuanto había bajo el cielo con su oferta de bondad y rectitud. A consecuencia de ello los hombres empezaron a desear tener conocimientos y se enfrentaron entre ellos para ser mas unos que otros, ya nada pudo detenerlos.
El hombre se volvió un esclavo, viviendo en contra de su propia naturaleza.
Ese fue el error del sabio.
Había un animal de dulce rostro y naturaleza amable e inteligente que convivía con ellos, era muy sociable y no le gustaba mucho estar solo, estaba dispuesto a ayudarles cuando lo necesitaban, aunque era pocas veces. Le gustaba dar largos paseos por los terrenos pedregosos y se pasaba casi todo el día masticando la hierba seca que tanto le gustaba, aunque algunas veces se quedaba quieto como meditando. mientra miraba a ninguna parte.
Los hombres le habían construido un lugar seco donde dormir y guarecerse del agua, pues al burro no le gustaba que se le mojase el pelo.
Yo se como entrenar a este burro - dijo el sabio -. Le cortaremos el pelo y las pezuñas y le pondremos un arnés, usaremos una palo pues son necios y tercos y hay que obligarlos a que hagan las cosas.
Yo creo que aquel que verdaderamente sabe como dirigir el mundo no se comportaría de esa manera, - pensó el burro - semejantes tonterías solo llevan a un mundo de infelicidad.
Debemos liberarnos de la sociedad que nos esclaviza, debemos liberarnos de sus normas, de sus rituales, de sus enfrentamientos, de su locura, egoísmo y falta amor hacia los demás.
Yo pienso como el burro: "Este mundo está lleno de tonterías que lo llenan de infelicidad"