miércoles, 18 de julio de 2018

La misión de la abeja


Una vez que Dios creó el mundo habló en secreto con una sola de las criaturas que había creado: La Abeja. 

Y lo que le dijo en secreto fue: "Queda en tus manos el cuidado de la vida en la tierra."

Las abejas alcanzaron ya hace millones de años, el límite de su evolución y no cabe la menor duda de lo perfectas que son para el propósito que cumplen.


Salen de una planta y para completar su carga de polen lo hacen en otra de la misma especie, y después de dejar su carga, vuelven de nuevo a la misma especie, aunque por el camino se encuentren con otras flores que les quedan mas cerca, y lo hacen así porque sino no estarían cumpliendo con su mayor cometido en este planeta: POLINIZAR y CUIDAR DE LA VIDA.


Si se pusieran a traer polen de cualquier planta y a visitar cualquier flor de cualquier especie buscando nada más que su economía de energías. no cumplirían con  la función que se les asignó hace ya millones de años.


Cuando una abeja sabe que van a morir, ya sea porque se sienten enferma o porque ya esté agotada, abandona la colmena y muere lejos de la colonia para no contaminar a las compañeras y para no darles trabajo con la limpieza de su cadáver. Aún muriendo siguen cuidando de la vida sobre la tierra.


La reproducción vegetal depende únicamente de la polinización de las plantas. De ese modo, los ecosistemas puede desarrollarse y se forma la tierra que da vida a los bosques; éstos últimos producen oxígeno y evitan la erosión del suelo, regulando el flujo del agua;  de manera tal que la cadena alimenticia continúa su curso.


Durante millones de años las abejas han cumplido a la perfección la misión que les fue asignada, pero ahora ha aparecido la peor plaga que les ha tocado padecer: El hombre.


Ahora las abejas desaparecen y están en peligro de extinción, ¿Quien cuidará ahora de la vida en el planeta?


La ignorancia es grande y el ser humano es muy torpe, y cuanto mas torpe, mas se convence de tener siempre la razón.


No podemos romper el equilibrio natural que ha existido durante millones de años, la abeja está sufriendo las consecuencias de la exploración de la naturaleza por parte del hombre

No debemos perder nuestra conexión con la naturaleza, estar en contacto con ella nos provoca asombro y bienestar, disfrutar y pasear por sus paisajes despierta en nosotros sentimientos agradables de asombro y maravilla.

Lo que le hagamos a la Tierra, no los hacemos a nosotros, ella es nuestro hogar, es donde vivimos, nos lo da todo para poder vivir y ser felices.


Zanganito cuenta la siguiente historia:


Ante los graves hechos de que las abejas ya se estaban extinguiendo, la Reina convocó a un grupo de sus mejores abejas para buscar una solución a tan alarmante situación.

Una abeja guardiana propuso: 
—Piquemos y ataquemos a todos los humanos, ellos son los causantes de nuestra extinción.

Eres muy valiente  —respondió la Reina—, pero nosotras las abejas no somos animales violentas, producimos miel y polinizamos las flores, no hacemos la guerra.

Un zángano agregó: 
—Traslademos la colmena a otro lugar, donde el hombre no pueda llegar, así huiremos de él.

—El hombre ya está en cada rincón de la tierra, en ningún lugar estaremos a salvo de sus acciones. Además —aclaró la Reina—, las abejas vivimos poco tiempo, no podríamos volar muy lejos .


Luego habló una abeja obrera, una anciana respetada por su gran sabiduría:
—No podemos luchar con un enemigo tan poderoso, tampoco podemos alejarnos lo suficiente —después con voz calmada agregó: pero si nuestra vida es tan breve, hoy debemos trabajar aún más duro, para que la miel que producimos con tanto amor, pueda algún día endulzar el corazón de cada uno de los hombres.

Y desde la gran asamblea, las abejas decidieron doblar sus turnos de trabajo, ya no tienen días festivos, y ya no volvieron a tomar vacaciones, intentan producir cada día más miel, pero todavía existen muchos corazones humanos sin dulzura.

No se puede agregar nada mas.
Sólo meditar.

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