lunes, 6 de agosto de 2018

Un ser llamado BIEN


Hay un ser en la colmena que se llama "BIEN".


Este Ser dirige todas las actividades de la Colmena y todo es perfecto para el bien de la colmena. 


Veamos algunos ejemplos: Una abeja ya vieja o enferma no puede realizar ninguna tarea en la colmena, entonces ha de salir y morir fuera o ser expulsada por sus compañeras; una reina ha bajado puesta y peligra la supervivencia de la colmena, entonces se alimenta una larva con jalea real para que salga una reina nueva y sustituir la vieja. 


Esta desde un punto de vista individual puede parecer cruel, ¿por que?, porque estamos acostumbrados a pensar de un modo egoísta.


El espíritu llamado BIEN  se divide en miles de partes para experimentarse como colmena, pero que a la vez esas partes no se encuentran separadas entre si, sino unidas con su fuente.
Desde ese punto de vista la muerte de una abeja no significa nada, pues esa parte vuelve a su fuente de donde salió.


Por eso en la colmena no existe esto es bueno o esto es malo, puesto que se actúa siempre para el bien de la comunidad, y esa forma de actuar, esa forma de dar todo a todos, se convierte en recibir todo de todos.

Zanganito define a la colmena como:
"Un trabajo cooperativo de toda la población de abejas. dirigidos por un ser espiritual llamado BIEN manifestándose a través de ellas en el mundo físico."

Una abeja no puede vivir para sí misma, pues perdería toda su inteligencia y capacidad de adaptación, sin embargo en la colmena se vuelve sabia y capaz de adaptarse a diversas tareas y cumplir de manera espontánea con nuevos servicios.
¿Es pues la abeja un ser individual? o ¿es parte de un ser llamado BIEN que habita en la colmena?

BIEN es un ser indivisible e invisible, compuesto por miles de partes únicas, un ser que durante el invierno se condensa en la caja y en verano se expande sobre varios kilómetros por el paisaje. un ser de amplia respiración, un ser de amor que se manifiesta en el conjunto de la población de abejas. 


Es un ser invisible, pues no posee cuerpo físico unificado alguno, esto es un reto para nuestro pensar, que siempre necesitamos algo material ante sí para poder comprender a un ser.

Este ser BIEN (colmena) nos conmueve profundamente, pues nos es cercano: gracias a sus asombrosas y diversas capacidades, que van desde el mantenimiento del calor en la colmena hasta las capacidades sociales. Su amor y su calor se pueden percibir y son una lección que debemos aprender.

La mayor de todas las lecciones que necesitamos aprender es a convivir juntos, para conseguir una sociedad de paz y armonía. El reto de la educación debe consistir en lograr que cada nuevo niño aprenda a convivir con los demás.
Otra lección es la fraternidad, que aunque nos sintamos individuales y diferentes estamos unidos en el sentido espiritual y tenemos una misión espiritual para el beneficio de toda la comunidad.



Desde la globalidad solo existe el BIEN.
Desde la individualidad solo existe el juicio.
Desde la unión , todo es paz y felicidad.
Desde el egoísmo , todo es sufrimiento y mezquindad.

Tenemos una misión que realizar, tenemos un camino que caminar, tenemos unas circunstancias que transcender, tenemos siempre algo que aprender.

Mira cada situación con los ojos del espíritu. y verás a otros espíritus hermanos siguiendo su camino y ayudándote en el tuyo.

Mira cada situación con los ojos del espíritu, y sentirás que la armonía llena tu corazón y verás como tu luz se proyecta a los demás para que beban de ella.

Mira con los ojos del espíritu y verás como muchos que te necesitan serán puesto en tu camino. Sé aliento para los demás, pero no los ahogues. Sé ayuda, pero no hagas su trabajo. Enséñales si te lo piden, pero no impongas nada a nadie. Respeta el credo de cada uno y sus ideales. No debes apesadumbrarte  por como piensen y hagan los demás. pues su camino no es el tuyo. 


Cada uno tiene algo que aprender y todos juntos somos ese BIEN, que nos cuida y dirige, que nos ama y abraza y que si se lo permitimos,  convertirá nuestra vida en armonía y felicidad, en amor y libertad.

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