martes, 29 de mayo de 2018

El secreto de la colmena


El secreto de la colmena es que ningún “yo” reside en ella.

El yo es una cadena que te aprisiona en un cuerpo y ve otros cuerpos diferentes, dispuestos tanto a hacerte bien como a hacerte mal.

El yo es  una cosa que ve otras cosas, compitiendo y acumulando en un mundo separado y egoísta.
El yo ve un mundo en el que todo parece morir, y que te empequeñece en una insignificante individualidad.

La abeja ha dejado de ser un yo mirando otros yo, para ser un Yo compartido.

Ha abandonado la visión de sus ojos, para ver con la visión del Corazón.
Ha abandonado la esclavitud a un cuerpo por la libertad de su Ser.
Ha dejado la individualidad para ser la Totalidad.
La abeja sabe que la colmena es un abrazo compartido, que la igualdad no es mediocridad, que el amor no es individualidad, que el  miedo separa y compite y que la paz surge de la cooperación.

Este sacrifico del yo personal por el yo compartido dice Zanganito que:

Es un disfrute de cooperación en el universo de la colmena.
Es una música, un baile de unión en un latido compartido.
Es un saber aunado que proviene del existir dentro del abrazo,
Es un beneficio mutuo para todos que no quita a nadie.

Esta forma de actuar a partir de una identidad compartida, cumple un propósito, y forma un maravilloso mundo, donde sigue existiendo una individualidad singular pero no separada, una individualidad libre y no esclava.


Al eliminar lo personal se accede a lo universal.

Al acceder a lo universal no se desea lo personal.
La abeja es una con la colmena de la que forma parte.
Tu vida es una con la totalidad de la existencia.

"Nada existiría sin ti. Nada existe que no seas tu."


No hay comentarios:

Publicar un comentario